Conocí a Miguel hace ya algunos años cuando regentaba el Kona Lei, un bar hawaiiano en pleno Madrid (hay alguno más pero ninguno con un trato tan cercano y tan excelente selección musical). Miguel es un apasionado y gran conocedor de la cultura tiki, y siempre que le visito en su nuevo local Tiki Chateau me cuenta mil y una curiosidades que desconocía. Así que como amante de la cultura tiki pensé que era necesario entrevistare para el blog.

Empecemos por el principio ¿cómo cambias la toga de abogado por la coctelería tiki?
Bueno antes de la coctelería me interesé por la estética.  Yo empecé como mucha gente. Encontré un día en el Rastro un vaso del Bora Bora y me encantó, como no sabía lo que era me puse a investigar y resultó que era de un bar de Madrid. Fui allí y me quedé flipado con el local, la decoración, con las bebidas… Aluciné tanto que me fui al Carrefour y me compré todas las bebidas que había con siropes y colores para intentar hacerme yo algo parecido en casa.
De esto te estoy hablando hace muchísimos años. No había Internet y la información era más difícil de encontrar. No sabía nada del tiki, de hecho al principio pensaba que era algo de España, yo iba a mi aire, buscando cosas tikis aquí hasta que me di cuenta de que era algo que venía de Estados Unidos de los años 40.
Coleccionaba de todo: cajas de cerillas, posavasos, cartas de bar, vasos… Algunos de los bares todavía estaban abiertos, otros habían cerrado, así que era una cosa como muy extraña y muy atemporal. Y así pasé muchos años, como coleccionista e investigando; buscaba bares, hablaba con gente que había trabajado en bares.. Fue cuando ya tenía una colección considerable cuando decidí montarme mi propio tiki room en mi casa y ahí fue cuando ya empecé a meterme en el tema de la coctelería.
Con el tiempo, no estaba muy bien en mi trabajo y tuve la idea genial, para hacerme millonario, de abrir un bar tiki.

Y así nació tu primer bar tiki, que fue el Kona Lei.
Sí. El Kona lo abrí en el 2012 y cerró en 2015. Estuvo abierto 3 años, pero guardo muy buenos recuerdos.
Lo abrí a medias con un socio, pero luego tuvimos diferencias y me quedé yo solo, fue entonces cuando empezó a ir mejor, porque fue cuando se hicieron varios conciertos, eventos varios (con mi socio estaba más limitado).

Luego vino el Tiki Chateau
Sí, entre uno y otro pasó un año. Tiki Chateau abrió en el 2016.

El Tiki Chateau es algo más pequeño, pero a parte de eso, ¿qué diferencia crees que hay con el Kona Lei?.
Bueno para empezar como es solo mío hago lo que quiero sin tener que consultar a nadie.
En el Kona hice muchísimas cosas desde conciertos hasta eventos, como el día que vino el Fabio, el peluquero a cortar el pelo, pasando por pinchadas.
Aquí, al ser más pequeño es una versión concentrada.
El Kona me gustó porque al ser más grande había para sentarse y me hacía ilusión el tema de poder beber tranquilo y disfrutar, pero la gente no le dio ese uso, al final se quedaba todo el mundo en la barra. Y luego estaba el tema de la zona. Malasaña al final es un pueblo, y para la gente de aquí la calle Fuencarral es como Río Grande, algo infranqueable, para hacerlos cruzar era complicado.
Y luego que la gente es muy peculiar. Recuerdo el día que tocaban los Imperial Surfers y coincidía con un cumpleaños, pues bien, la gente del cumpleaños se quedó en la puerta esperando a que acabara el concierto, no se atrevían a entrar.  Cuando resulta que el concierto se había hecho para que viniera más gente.

Imperial Surfers en Kona Lei

Durante algún tiempo escribías en “Noches de Bora Bora” tu blog sobre tiki en España. Del cual era muy fan y no entiendo por qué no has seguido haciéndolo.
Bueno yo con el tema de Internet siempre he sido muy torpe pero mi amigo Ivan Castro tenía un blog en el que hablaba de tiki, cosas que le gustaban y me explicó lo que era y pensé hacer yo uno. Era la época en la que yo todavía andaba investigando y aproveché cada vez que salía de Madrid buscando bares, más todo lo que acumulaba (que no es poco) para contarlo.
Lo que pasa con el coleccionismo del tiki, a parte de ser muy adictivo, es que entra en juego una labor de preservación; es decir, muchas cosas son antiguas, son difíciles de encontrar, y muchos de los bares vas, te fascinan y cuando quieres volver igual han cerrado.

Sí, yo solía ir en Alicante a un balinés con una decoración que se te iba la olla. Se llamaba Chantik y era una auténtica maravilla, con todas las mesas y la barra talladas. También era de cócteles y batidos. El caso es que cerró y yo siempre pensaba qué habría hecho con la decoración, que además de ser una pasada la había traído de su país y le habría costado una pasta.
Pues la mayoría de esas cosas acaban en la basura. No sabes la de cosas que he sacado de los contenedores.
Y fue precisamente por eso por lo que empecé a fotografiar los sitios, a acumular material, por si volvía y no estaban.

En el Kona Lei hemos podido ver a los Imperial Surfers, a los Red Neck Surfers… ¿cuál ha sido tu evento favorito?
Pues si te digo la verdad todos. En aquel momento había muchos grupos de música instrumental o música surf que no tenían donde tocar; y muchos vinieron al Kona.
Recuerdo el de los Daytonas, que fue el primero y además para ellos era como una especie de vuelta, porque llevaban tiempo sin tocar, y fue muy emocionante.
El de los Imperial Surfers fue increíble porque vino muchísima gente y fue muy divertido.
Luego los Dead Rocks, que eran un grupo de Brasil. Venían de otro concierto y llegaron a las 4 de la tarde y aún así la gente se quedó para esperarles, y fue un conciertazo.
Lorenzo Surfer Joe, que es un italiano, una eminencia en el surf actual también pasó por allí.
Todos, todos tienen una historia detrás que por una cosa u otra les hace especiales.

En el Tiki de momento solo pinchadas.
Sí, y aún así es complicado. Este bar es más real. Con el Kona yo no tenía ninguna experiencia previa, ni en hostelería ni en tiki y fue bonito pero el Tiki Chateau es distinto, tengo un contacto más directo con la gente, que me gusta y es necesario, porque hoy día, en el mundo del tiki, a la gente le gusta saber qué es lo que está bebiendo, qué es lo que está escuchando, sobre la decoración…

bar tiki madrid
Miguel en Tiki Chateau

Sí, además hay mucha gente que le gusta la música surf y la estética tiki y es genial tener un punto de encuentro en el que sabes que la gente que está tiene tus mismos gustos y puedes intercambiar opiniones. No sé si se puede hablar de una “escena” porque casi todo el mundo viene del rockabilly pero sí es cierto que es un público muy concreto y que parece que se va a mantener en el tiempo.
Yo sí creo que sea una escena. Todo el tema de rock instrumental ha crecido muchísimo. Hay mucha gente haciendo cosas como Albert Ginés con su música, Pablo Medrano con su fotografía…
De hecho Pablo empezó haciendo fotos en el Kona Lei de los conciertos que había y ahora es como el fotógrafo oficial del surf en España y a nivel internacional. Él hace una revista mensual que es como un resumen en fotografías de los conciertos de rock instrumental y hace poco ha sacado un libro también que está genial.

Se están haciendo bastantes cosas relacionadas con la cultura surf como la página Surf Music Madrid, que informa sobre todos los eventos del estilo, el “Madrid surf Film festival” o el Festival “Macumba surf” de Valencia, que ha sido todo un exitazo.
Además hay un grupo de ilustradores que les gusta el rollo y hacen mucha temática surf como Roberto Argüelles y Raúl Bermúdez en el Norte; Pablo Lacruz y Rayos X en Alicante o Furillo, Mik Baro y Jorge Rueda en Valencia que además son los responsables del fanzine “Palmeras y Puros” (muy chulo) cuyo último número (el 5) está precisamente dedicado al surf. Pero volviendo al Tiki Chateau y a la música, en el bar habéis hecho varias pinchadas de A.C.M.E (Asociación Cultural Música y Entretenimiento) que para quien no lo sepa es una asociación de pinchadiscos residentes en Madrid, que cuenta, entre otros, con Marciano Pizarro de Melodías Pizarras,  David Bongusto o tú mismo. ¿Cuál es tu papel en la asociación?
Aunque hasta el año pasado fui Secretario, ahora mismo soy únicamente miembro y pincho de vez en cuando.
A.C.M.E surgió con la idea de unir a toda la gente que estaba poniendo discos en Madrid. Y aunque de momento formar parte no es sinónimo de que te vayan a llover las pinchadas sí hacen bastantes eventos y nos sirve también como excusa por si viene la policía decirles que es un evento privado de una asociación cultural e intentar así librarse de la multa jajaja.

Bueno parece que sí están moviendo bastante gente, porque la última fiesta de ACME, que fue en el Fun House por lo visto fue un locurón y se agotaron las entradas.
Claro es que cuando haces un fiestón de ese calibre es normal que vaya mucha gente. Metieron también a los Imperial Surfers que llevaron invitados y mueven a mucha gente.

Hay otra asociación de pinchadiscos del estilo que es Bayle que cuenta entre otros con El Coloso de Roda responsable de esos grandes recopilatorios que son los “Pícaro«. Pero no se les oye tanto ¿no?
Bueno que ellos no están/ no son de Madrid. Esto quiere decir que no se mueven tanto por Madrid como otros que pinchan hoy en el Fun House y mañana te lo encuentras en el Gruta o cualquier otro bar de Madrid. Es gente que pincha regularmente.
Bayle es más teórico en el sentido de que editan sus playlist y recopilatorios pero no les ves tanto, ACME es que es más de batalla, más directo.
Ahora por ejemplo han pinchado, que ya es tradición, en las Fiestas de San Cayetano, en la calle La Ruda, o en el Record Store Day (que este año tocó en Delia).

¿Qué referentes de la cultura tiki tenemos en nuestro país que creas que debamos conocer?
Musicalmente, un pionero fue Bonet de San Pedro, que tocaba el Steel guitar y en los años 40 ya hacía Hapa Haole (música hawaiiana hecha por blancos), ejemplo de ello es, entre otras, la conocidísima canción “La chula de la Hula”.

Hubo muchas orquestas españolas de los años 40 que hicieron música hawaiana en español.
Es que en realidad en España hubo una especie de Historia paralela a la de Estados Unidos, con 20 años de retraso. Hubo un boom de gusto por el tiki, la Polinesia, paraísos exóticos, etc que se metió de lleno en la cultura popular, y podías encontrar vajillas de inspiración tiki, baldosines para la casa, cortinas, ropa… Toda la historia del Kon Tiki tuvo una versión española. El tipo hizo lo mismo pero en vez de quedarse en Tuamotu el tío se fue hasta Australia, y nadie le creyó, así que lo repitió pero con 3 balsas. Todo muy loco. Esta historia está olvidada pero salió en todos los periódicos.
Todo esto se refleja muy bien en los bares. Así que referente como tal no sé si hay alguno pero a la vez quedó impregnado en todas partes, desde cómics como Mortadelo y Filemón (que hicieron algunas referencias), hasta música, y decoración, pero incluso a nivel doméstico.
Esto también pasa en Estados Unidos, no hay referentes como tal y si los hubo están olvidados.

Por otro lado, actualmente hay gente haciendo cosas muy interesantes. Está Javier Diez Ena, el chico de L’ Exotighost. Toca el contrabajo y ha tocado con Javier Coyote, Victor Inferno…  en un montón de grupos. Su primer disco fue con el Theremin y este es más exótica, y está funcionando muy bien.

Muchas de estas cosas saldrán en Viva Tiki, un documental que está grabando un chico de Barcelona. Está empezando pero ya ha rodado en el Bora Bora, y los camareros de allí le estuvieron contando cosas muy interesantes, también entrevistó a un americano que viene todos los años y le habló sobre el tiki en EEUU…
El tío se ha ido al Tiki Oasis hace poco y ha dejado flyers por allí y el teaser, pero todavía está buscando financiación. Imagino que no será difícil.
Está por ahí también el Sven Kirsten (el de los libros de estética tiki). Han hecho unas camisetillas, postales… Y aunque todavía está muy verde, puede quedar muy chulo.

Pero volviendo a los orígenes, si llegara alguien que encontrara como te pasó a ti un vaso, y estuviera muy perdido. ¿Qué consejos le darías?
España es que es muy pueblo, y el 99% de los diseños de bares, vasos, tipografías, estética de las cartas, son obra de la misma persona, que es Vicente Muñoz. Si das con él tienes la llave de todo. Y la suerte que tenemos es que todavía está vivo, tendrá unos 90 años pero está muy bien.
Si tienes algún vaso de los antiguos fíjate que pone V.M (Vicente Muñoz).
El tema de los vasos depende de muchas cosas, cuanta más talla y sobretodo colores, es más caro. Los que son de un solo color son los más económicos y también más fáciles de encontrar.
Hubo una época en la que en Madrid podía haber perfectamente 30 bares funcionando al mismo tiempo, entonces el volumen que se generó de material fue increíble. Así que para que la gente no robara los vasos se hacían versiones más económicas que se regalaban con una determinada consumición, o colgantes… Por eso hay tantos vasos de un solo color, porque son los que se regalaban. ¿La forma de encontrarlos? Mercadillos, tiendas de antigüedades…donde hayan ido a parar, lo mismo los encuentras en un anticuario por 200€ que en un Reto por 50 céntimos, no hay un estándar, porque no hay un coleccionismo tan marcado como pueda haber por ejemplo en Estados Unidos y es cuestión de suerte. Los dioses tiki son agradecidos, si ellos saben que tú estás coleccionando y preservando material, lo irán poniendo en tu camino.

por Cara B

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